Muchos piensan que Iñaki se merece algo más, que no es justo que más de 40 años de profesionalidad acaben así, derrotado de esta manera. Claro está que los buenos no se rinden fácilmente y seguirán dando guerra hasta que la guerra les llegue a ellos. Era imposible que desapareciera de repente, por mucho que les pese a algunos. En torno a este profesional del periodismo nunca ha existido un término medio. Está rodeado tanto de aquellos que están a favor de su postura, como de aquellos que discrepan contra él. Pero aquellos que juzgan en su contra deberían entender que ahora, por fin, Iñaki solo cuenta con un espacio para su opinión. Seguirá fiel a su estilo y seguirá siendo un generador de opinión nato. Alzará una voz en un medio determinado, y es libre de hacerlo cuanto quiera pues ahora no lleva sobre sus hombros la carga y la responsabilidad de informar.
Pero admiro a este profesional y no por ello niego que, en numerosas ocasiones, información y opinión iban tan unidas hasta el punto de no saber distinguirlas. Curiosamente, una de las primeras cosas que he aprendido en la carrera es a diferenciar claramente estos dos conceptos. En la práctica, parece que todo se olvida y todos nos convertimos en almas que a la vez de informar, opinamos, como si fuera inevitable y absoluta. Sucede que a veces la información resulta aburrida, algo así como una comida sin sal o algún tipo de ingrediente que le dé ese toque especial. Pero los médicos recomiendan no abusar del cloruro de sodio así como no abusar de la opinión en periodismo. Y es que es muy difícil alcanzar la neutralidad de esta manera. La opinión sólo sirve para ganar afiliados o enemigos. Hasta ahora todos los enlaces que he leído que posicionaban en buen lugar (A) a Gabilondo, eran respondido con comentarios que halagaban y defendían su postura. En cambio, aquellos que realizaban una crítica negativa (B) hacia su figura y su profesión, contaban con una serie de respuestas de la misma opinión. Así que, ¿qué son los generadores de opinión? Nosotros, como meros ciudadanos que nos basamos en una sola fuente para crear de ahí nuestra opinión, nos situamos a la altura del periodista que solo utiliza una fuente en su reportaje. Diversidad, variedad, debate. Así es como se genera la opinión, a través de la controversia. Aunque me extrañaría que si alguno de los de la situación (A) comentara en el foro (B), o a la inversa, saliera con vida. Se nos hace difícil aceptar otras opiniones, siempre pensamos llevar razón hasta cuando somos conscientes de que esto es incierto. Nada más lejos de la teoría de Noelle-Neumann y la espiral del silencio.
¿Qué pasaría si dejáramos paso a la información y sólo a la información? Veamos este ejemplo. El titular en sí ya nos posiciona, no hace falta seguir leyendo. Me parece una afirmación más propia de un comentario de opinión que de un titular informativo. Las cinco primeras palabras ya recogían el mensaje, y seguramente de esta manera los comentarios habrían sido más variopintos. Y es que no podemos verlo todo con los mismos ojos, ¿y si los cerramos y hacemos un esfuerzo antes de volverlos a abrir?
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