Todo debe ser contado al menos una vez, aunque como había dictaminado un escritor con su autoridad literaria, deba ser contado según los tiempos, Javier Marías.

lunes, 23 de mayo de 2011

La lucha, el control y el poder de la información

Es evidente que las informaciones de contenidos políticos son las que más abundan en los medios de comunicación nacionales y que aumentan en épocas de pre-campaña electoral y conforme va avanzando ésta. Y es que la lucha por el poder de los partidos políticos contra los medios para controlar la cobertura política de la agenda parece estar implícita en la cotidianeidad de éstos. Por un lado, los medios hacen eco monótonamente de continuas ruedas de prensa y reformas llevadas a cabo por los líderes de los distintos partidos políticos; y, por otro, aunque en menor medida, se oyen las voces del resto de los ciudadanos y profesionales de los medios que, en desacuerdo con las distintas actuaciones de los anteriores mencionados, desean reprobar algunas situaciones y buscar nuevas soluciones.

Así ha sido el caso, por ejemplo, de la última reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral de 1985 firmada en enero[1]. Con la intención de aplicar estas reformas a las próximas elecciones municipales de este próximo 22 de mayo se han llevado a cabo modificaciones como la limitación del poder de los tránsfugas, la reducción del presupuesto de los partidos durante la campaña electoral en un 15%, la prohibición de inauguración de cualquier obra o servicio público durante el periodo de campaña y los actos publicitarios de éstas han de ceñirse únicamente a los quince días de su duración, además de los cambios que se introdujeron para impedir la entrada de Batasuna en las elecciones. Pero lo que atañe más directamente a los ciudadanos antes que a los propios partidos es la posibilidad de depositar el voto uno mismo sin necesidad de que sea el presidente de la mesa electoral quien lo lleve a cabo y el voto de forma presencial en las urnas en los correspondientes consulados por parte de aquellos españoles residentes en el extranjero.[2] En mi opinión, unas reformas insuficientes que podrían haber ido más allá y que no contemplan la verdadera participación del votante, sobre todo la de aquel que desea expresar su desacuerdo ante la política actual con un voto en blanco que no existe en este país, o "voto bronca" como dirían en Argentina.

En lo que respecta a la lucha contra la corrupción también se ha aprobado otra enmienda en la que se prohibía presentar candidatos a las listas que hayan sido condenados por delitos de corrupción aunque la sentencia no sea firme. Sin embargo, como ya hemos mencionado anteriormente, el trasfondo de esta nueva política residía en cortar el paso de la radical izquierda abertzale en estas elecciones, con lo que carece en su totalidad de buena intencionalidad ciudadana. Aunque tras los datos de las elecciones, parece que en algunas localidades ni los propios ciudadanos se atreven a condenar a sus políticos a pesar de sus antecedentes. "Más vale malo conocido que malo por conocer", citan algunos.

Y por último, a tan solo 13 días de las elecciones municipales, Javier Arenas también aspiraba a una reforma en la que mostraba su desacuerdo con el pacto entre partidos con intención de gobernar quitando su derecho de gobierno a la lista más votada. Una modificación donde se da lugar a la justicia, pero un tanto irónica. Lo que ocurre es que de nuevo nos encontramos ante otra propuesta de reforma de ley egoísta en tanto que sólo busca la comprensión por parte de aquellos ciudadanos que desconocen que el propio Partido Popular pactó en el año 2003 con el Partido Andalucista con el objeto de arrebatar la alcaldía al partido socialista, la más votada hasta ese momento[3].

Así es como, ante tantas reformas que no buscan sino el beneficio del bipartidismo de siempre y no el de sus ciudadanos, surgen numerosas preguntas sin respuesta. Respuestas que los ciudadanos no obtienen porque los propios profesionales de los medios no pueden ofrecerles debido a que los representantes políticos se niegan a responder en las mismas ruedas de prensa. Y así lo denunció la ex presidenta de la FAPE, Magis Iglesias, quien expuso que los políticos están haciendo “una instrumentalización descarada de la información en las campañas electorales”.[4] Nace entonces en la red social Twitter el movimiento #sinrespuestanocobertura, respaldada por periodistas de los diferentes medios de comunicación, con el propósito de reclamar el derecho a recibir una información libre, veraz e independiente y boicotear aquellas comparecencias en las que no se admitan preguntas. Y así nos encontramos la lucha constante por el control de la información, pues mientras los diferentes partidos políticos intentan hacerse con toda la cobertura mediática posible y prefieren formatos más cerrados de debate desde donde no se cuestione su posición, los profesionales se vuelven cada vez más críticos ante sus acciones. Los ciudadanos se vuelven cada vez más fuertes gracias a las redes sociales. Desde que surgió el ‘boom’ de las conexiones a través de la red siempre se ha hablado de la capacidad humana de ser más crítico y perder el miedo a la expresión frente a la pantalla del ordenador que en las relaciones ‘cara a cara’. Esta nueva forma de conexión también permite el contacto con un gran número de personas a la vez y de distintas localizaciones geográficas, lo que facilita las congregaciones. De esta manera, los ciudadanos deciden plantar cara a sus inquietudes para unirse y juntos luchar por una idea común. Y mientras la fuerza de los políticos parece desintegrarse la voz de los ciudadanos parece hacerse cada vez más fuerte. La red de Twitter es testigo de esto desde que comenzó el movimiento de #sinpreguntasnocobertura, hasta el actual #nolesvotes que ha desembocado en #democraciarealya. Esto ha dado lugar a recientes y continuas manifestaciones y acampadas cuya repercusión en los medios nacionales sigue siendo escasa en comparación al verdadero valor que estos movimientos han causado en la red. Observamos incluso, que ni siquiera han obtenido respuesta por parte de los líderes políticos salvo nuevas reformas que les niegan el derecho a manifestación de manera que éstos no entorpezcan en sus respectivas campañas electorales, o desinformando desde determinados medios de comunicación.

En definitiva, la lucha por el control del poder contra los medios para controlar los contenidos políticos de la agenda mediática sigue vigente. La polarización política es una herencia que los medios de comunicación siguen arrastrando a pesar de los años y es un efecto que han llevado a cabo tanto profesionales de la política como de los medios. Y es que parece que no hace falta irse a países dirigidos por regímenes dictatoriales para observar y entender las restricciones a la libertad de prensa o las desinformaciones por parte de algunos medios. A veces está más cerca de lo que pensamos: basta con leer la prensa nacional.


Fuentes:
[1] EUROPA PRESS,El senado da luz verde a la reforma global de la Ley Electoral”. EN Agencia de noticias Europa Press. Fecha: 19/01/2011

[2] AGENCIA EFE, "Las elecciones del 22 de mayo estrenan una ambiciosa reforma electoral". EN Agencias de noticias EFE. Fecha: 06/05/2011

[3] DIARIO EL PAÍS, "Arenas desempolva la reforma de la ley para que gobierne el más votado". EN El País. Fecha: 10/05/2011

[4] FAPE, "#sinpreguntasnocobertura, manifiesto contra las ruedas de prensa sin preguntas y otras anomalías informativas". EN periodistasfape.es. Fecha: 04/05/2011. Disponible en: http://www.periodistasfape.es/almeria/vistafape/noticias.html?D.k=184686